En defensa de los rindes
Es una nueva plaga que apareció en sojas de la zona núcleo. Hay que estar atentos porque se parece a otra muy conocida: la isoca bolillera.
La soja es, desde hace años, el principal cultivo en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires. Así es como los productores deben afinar el lápiz para eficientizar la producción, porque el sistema se complejiza cada vez más En ese contexto, para esta campaña la novedad reside por la presencia en soja de segunda de la plaga llamada Thecla, que pertenece a la familia Lycaenidae.
La particularidad de esta oruga es que es muy parecida a la isoca bolillera, según describieron desde la consultora Lares, con base en Pergamino.
Thecla se caracteriza porque las orugas son pequeñas. Miden de 1 a 2 centímetros y poseen una cabeza retráctil. Asimismo, el cuerpo está revestido de abundantes pelos, finos y cortos.
En general, las larvas de primeros estadios se alimentan de hojas, botones florales, brotes, vainas o frutos. Además, durante los últimos estadios comen introduciendo su cabeza y tórax dentro de la estructura vegetal, de modo que solo la parte posterior queda visible. Si bien se pueden alimentar de una amplia variedad de plantas, las fabáceas son sus favoritas.
Sin embargo, los expertos de Lares aseguraron que pocos individuos de la familia de Lycaenidae son plagas de importancia económica porque sus densidades poblacionales son bajas.
Por otro lado, los técnicos realizaron un relevamiento sobre cómo se viene desarrolando la soja de primera en la zona núcleo. En este sentido, describieron que durante el comienzo de este ciclo la región registró un importante número de aplicaciones de insecticidas destinadas al control de isoca bolillera. Luego, durante el mes de diciembre, las temperaturas medias bajaron y comenzaron las lluvias casi con una frecuencia semanal.
En consecuencia, esta combinación de insecticidas más condiciones ambientales fue desfavorable para el avance de las poblaciones de insectos, generando una situación de lotes limpios o de muy baja presión de plagas.
Ante este panorama, recomiendan continuar con los monitoreos de cada lote, porque comienza durante este mes a aumentar las probabilidades de ataques de medidoras y anticarsias. “En los próximos meses existirá una gran oferta de alimento y superposición de generaciones de lepidópteros”, detallaron desde Lares.
Con respecto a las enfermedades, en soja de primera existe una presión muy importante de mancha marrón (Septoria glisines), por lo que en los lotes que están alcanzando R2 y R3 se están sugiriendo aplicar por esta enfermedad necrotrófica. Hasta el momento se realizó la sugerencia de aplicación en un 30% de los lotes monitoreados, aproximadamente.
En lotes de segunda se constató la presencia de mancha púrpura (Cercospora Kikuchi) y mancha marrón. Recomendaron continuar con el monitoreo e indicaron que, por ahora, no hay sugerencia de aplicación de fungicidas.
Nota publicada en Diario Clarín: 24/01/2015