A continuación se presenta un informe y análisis final de las distintas adversidades que tuvieron lugar en la campaña 17/18 del cultivo de Soja. Los datos fueron relevados y gestionados a través del sistema Lares 2.0  y su Mapa de Alertas, con el respaldo de 189.000 hectáreas monitoreadas en la zona productiva central de Argentina.

El monitoreo del cultivo de soja en la campaña 17/18 ha llegado a su fin. Este ciclo se caracterizó por su alta variabilidad en precipitaciones, convirtiéndose en un factor de gran impacto para la dinámica de las adversidades en el cultivo. En este contexto se evidenció la existencia de lotes, que muy cercanos unos de otros, presentaban dos escenarios muy distintos. Por un lado, estuvimos desarrollando estrategias de control de enfermedades enfocadas en fungicidas, y por otro, y a pocos metros, pensábamos en el control de insectos como Ácaros y Trips. En este marco, las decisiones agronómicas fueron lote a lote.

Precipitaciones y planes de siembras

Con el objetivo de comprender el desarrollo de la problemática de insectos y enfermedades en soja es importante poder relacionar los aspectos ambientales de producción junto con el diseño de nuestros planes de siembra. En soja de primera pudimos registrar, que en el Norte de Buenos Aires, sobre 32423 ha sembradas dominaron los grupos de madurez cuatro corto y cuatro largos (grafico 1) y dentro de estos grupos las variedades más sembradas fueron, en primer lugar DM 4612, seguida de DM 4915IPROSTS y en el tercer puesto se ubica DM 4712.

Gráfico 1

Cuando analizamos las fechas de siembra, visualizamos que el 83% de la superficie ya encontraba sembrada para el 15 de Noviembre (Grafico 2). Si comparamos estos datos con la campaña 16/17 podemos ver que ese porcentaje de superficie sembrada se alcanza entre los días que van del 20 al 25 de Noviembre. De este modo,  en la campaña 1718, los productores lograron adelantar la fecha de siembra. Esta situación generó buenos cultivos, ya que aprovecharon la recarga hídrica que acontecida durante el invierno y principios de primavera.

Gráfico 2

Por lo tanto, la recarga hídrica inicial con la que partieron cada uno de los lotes y la fecha de siembra fueron variables de importancia para la definición del rendimiento.  También cabe señalar que en la campaña 1718 las precipitaciones que acompañaron  el crecimiento y desarrollo de los cultivos, fueron inferiores a las de la campaña 1617. En la tabla 1 se pueden observar las precipitaciones ocurridas durante el ciclo del cultivo en el Norte de Buenos Aires.

Tabla 1. Precipitaciones 16/17 y 17/18, Octubre a Marzo,

Norte de Bs. As. Fuente: INTA Pergamino.

Estado del cultivo

El estado del cultivo es otra de las variables importancia para tener en cuenta a la hora de la definición de estrategias de manejo, como también por su impacto sobre la dinámica de las adversidades. En el gráfico 3 se puede observar la cobertura del entresurcos (COB%) y cómo se va cerrando con el avance del cultivo. Cuando hacemos la comparación de la campaña 16/17 vs. 17/18, se puede ver cómo en esta última, la COB% cerró más tarde, en el ciclo fenológico del cultivo. Esta situación muestra la afección de las sojas, debido a la falta de precipitaciones, impactando negativamente sobre su rendimiento. Aunque por otra parte, produce un efecto positivo para el avance de las enfermedades vía el salpicado de gotas de lluvia; y en el incremento en el ascenso de las poblaciones de Arañuelas.

Gráfico 3

Aplicaciones realizadas

Cuando analizamos el número de aplicaciones de insecticidas para los distintos órdenes de insectos y enfermedades (Ver Tabla 2), podemos observar el descenso del uso de insecticidas en el complejo de lepidópteros y hemípteros. Se visualiza un incremento en las aplicaciones para el control de Ácaros y Trips, a causa de las escasas precipitaciones registradas durante la campaña, que generó una condición ideal para la multiplicación y dispersión de estas plagas. En el caso de las enfermedades también se puede observar una caída en el uso de fungicidas, como consecuencia del impacto de la variabilidad de las precipitaciones.

Tabla 2. Aplicaciones insecticidas 16/17 vs. 17/18

Según el tipo de tecnología

La incorporación de tecnología BT en los sistemas productivos actuales también genera un impacto sobre la dinámica de las distintas adversidades. En un análisis de las últimas tres campañas podemos observar cómo paulatinamente se fue incrementando la superficie sembrada en Argentina (ver tabla 3).  Esto está generando un impacto en plagas claves del cultivo de soja, particularmente en Isoca Medidora (Rachiplusia nú) y Oruga de las leguminosas (Anticarsia genmetalis). El número de individuos que a través del proceso de migración llegan a latitudes del centro de Argentina son menores, en comparación a cuatro a cinco campañas atrás. Por consiguiente, el número de aplicaciones destinadas al control de estados de estas dos especies estuvo en descenso. No obsante, sí se puede registrar un aumento en la prevalencia de las especies de Isoca Bolillera (Helicoverpa gelotopoeon), Oruga Militar (Spodotera frugiperda), Oruga Negra (Spodoptera Cosmioides), Gata Peluda (Spilosona virginica).

Tabla 3. Incorporación de tecnología BT según zonas productivas

Presencia de insectos

Cuando analizamos la dinámica poblacional de las defoliadoras (Ver gráfico 3) podemos observar valores absolutos muy bajos durante el ciclo del cultivo. Los máximos registros se encontraron durante el mes de Marzo con valores de 7 larvas menores a 1,5 cm y 6 larvas mayores a 1.5 cm. Estas cantidades se alcanzan cuando el periodo crítico de definición del rendimiento ha transcurrido, de esta forma no se ven afectados los rendimientos potenciales.

Gráfico 4

Las imágenes generadas a parir de los datos del sistema Lares 2.0 muestran que durante todo el ciclo del cultivo, la problemática de defoliadoras no se hizo presente. Todos los departamentos monitoreados indican baja incidencia (color verde), ya que en los valores registrados a campo de la abundancia de defoliadoras, están lejos de los umbrales de acción.

 

Dentro del orden de los lepidópteros la especie Isoca Bolillera fue la que demandó mayor atención en los monitoreos. Durante los meses de Diciembre y comienzos de Enero la baja tasa de crecimiento de los cultivos, sumado a la presencia de esta plaga en niveles de 0.5 a 1.9 por metro cuadrado, demandaron la aplicación de insecticidas. Los mapas de Lares 2.0 muestran como departamentos del sur de Santa Fe y oeste de Buenos Aires se pintaban de amarillo y rojo indicando valores cercanos o alcanzando los umbrales de acción. Esta problemática de agudizo en sojas de segunda generando daños como cortadoras de brotes y destrucción de vainas en busca de semillas.

Las poblaciones de hemípteros se hicieron presentes desde muy temprano en el ciclo del cultivo (Ver Gráfico 4). A comienzo del mes de Enero cuando la mayoría de los cultivos se encontraban en R2 (alguna flor abierta en los dos nudos superiores) o en R3 (una vaina de 5 mm en alguno de los cuatro nudos superiores) ya se podían registrar hasta 1 chinche por metro. Y cuando los Umbrales de acción utilizados para este momento indicaban que con 0.3 chinches por metro lineal se tendría que pulverizar.

Gráfico 4. Poblaciones de hemípteros.

Cuando se analiza mes a mes la información provista por el sistema Lares 2.0, las imágenes se comienzan a pintar de color amarillo, indicando el comportamiento en aumento del complejo de hemípteros, particularmente desde Diciembre. De este modo, semana a semana la abundancia de chinches fue en aumento en gran número de departamentos. Los cuales a medida que se lograban alcanzar los umbrales de acción se iban pintando de rojo. Llegado el mes de Marzo se alcanzaron valores máximos poblacionales.

La falta de precipitaciones generó una condición predisponente para plagas como las Arañuelas y los Trips. Esta situación se generó en distintas zonas monitoreadas. El avance de estas plagas -aceleradoras de la senescencia- se fue dando desde zonas marginales hacia zonas núcleos o de alto potencial de rendimientos. A medida que los lotes se fueron deteriorando por la falta de precipitaciones,  fueron incrementando su abundancia. Los mapas muestran cómo para los meses de Enero a Febrero se fue incrementando el número de departamentos con esta problemática.

La población de Trips mostró una dinámica similar a la de los ácaros. Avanzando desde zonas marginales hacia zona núcleo o de alto potencial de rendimientos. Cuando observamos su dinámica poblacional vemos que a medida que avanzaron los cultivos aumenta su abundancia. Se fue localizando en estratos medios a altos del cultivo, afectando hojas que se cayeron prematuramente afectando el llenado de los granos.

Las imágenes que se exponen a continuación, muestran  departamentos de Entre Ríos muy afectados por esta plaga. Luego, con el paso de las semanas se fueron desplazando para el sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires.

Conclusiones

De todo lo expuesto anteriormente se puede decir:

  • La variabilidad en la ocurrencia de precipitaciones en cortas distancias, fue determinante para registrar situaciones agronómicas muy contrastantes. Por un lado, estrategias de manejo de alto potencial de rendimiento orientadas a plagas de años húmedos, y por otro, estrategias defensivas de ambientes de bajo potencial de rendimientos.
  • Los cultivos mostraron tasas de crecimiento y desarrollo inferiores a la campaña 16/17. Esto se reflejó a campo con una menor velocidad de cierre del entre surcos. Esta situación afectó la dinámica de plagas y enfermedades.
  • La incorporación de soja BT crece campaña tras campaña. Esta situación impacta en la dinámica de defoliados y hemípteros.
  • El complejo de lepidópteros va en detrimento año tras año. Cuestión que se explica a partir del aumento en la superficie de soja BT, pero también por un mayor uso de insecticidas más selectivos y de menor impacto sobre poblaciones de benéficos.
  • El incremento de soja BT más el uso de insecticidas más selectivos para lepidópteros genera una situación propicia para el desarrollo de la población de hemípteros. Se observa la presencia de chinches desde temprano, el no uso de insecticidas de amplio espectro para el control de lepidópteros, permite que el complejo de hemípteros avance sin encontrar obstáculos.
  • El uso de fungicidas en la campaña 17/18 fue inferior a la campaña 16/17, asociado a la falta de precipitaciones en muchas regiones agrícolas. Ahora bien, se debe considerar que se registraban precipitaciones de 7 mm que no eran suficientes para el desarrollo del cultivo, pero sí para el avance de enfermedades como Mancha Marrón. El no cierre de los entresurcos fue una situación propicia para el crecimiento en altura de esta enfermedad.
  • En campañas complejas como la que cerramos, donde la variabilidad entre lotes es muy grande. Fue fundamental el monitoreo y contar con una metodología clara y precisa de las variables a recolectar en cada lote. A partir de estos datos se confeccionaron sugerencias agronómicas a cada situación de lote, contemplando la rentabilidad y sustentabilidad del sistema.

Informe elaborado por Diego Álvarez, Socio-Gerente y encargado del monitoreo de plagas de Lares SRL.

 

Consultoras participantes en la gestión de la información durante esta campaña

 

Empresas auspiciantes